En Querétaro al igual que en el resto del país. Los días 1 y 2 de noviembre son motivo para celebrar una costumbre y mantener el rito prehispánico que ha perdurado a lo largo de varios siglos y que hasta nuestros tiempos se ha denominado "Día de Muertos". El día primero se considera la celebración de los niños difuntos, el día dos es para los difuntos adultos.
En nuestro bello estado de Querétaro existen varios grupos indígenas. Lo prehispánico hace que dure la esencia de la tradición. Así, en Querétaro existen dos altares representativos, uno elaborado por otomíes y otro por los concheros.
El altar Otomí es hecho regularmente en los municipios de Tolimán, Amealco y en el Pueblito. En este festejo se acompaña con música relacionada con los relatos y leyendas, son los alabanceros quienes se encargan de mantener la tradición con orígenes prehispánicos.
Los elementos del altar Otomí son los siguientes:
Se deben poner siete escalones, forrados con tela negra, representando los siete pecados capitales.
Delante del altar, se coloca un camino de arena, alumbrado con veladoras, donde pasará el difunto.
Al pie de altar se coloca un espejo y un vaso con agua bendita. El espejo purificará el alma del difunto y el agua eliminará la sed de un largo recorrido.
Por un costado del altar se coloca una olla de barro donde se ponen a hervir hierbas aromáticas así como tomillo, mejorana, laurel, por mencionar algunas, y se tapa después con una penca de nopal dejando salir el vapor por orificios hechos en el nopal.
También a un lado del altar, se coloca una mesa con cuatro sillas donde se sientan tres parientes del muerto, el lugar adicional es para el difunto.
1° escalón: se pone el santo a quien admiraba el difunto.
2°escalón: es para las almas del purgatorio.
3° escalón: se coloca sal para los niños que se encuentran en el limbo.
4°escalón: se coloca pan de muerto y vino elaborado por familiares.
5°escalón: se ponen los alimentos preferidos del difunto.
6°escalón: se sitúa una fotografía del difunto.
7°escalón: se ubica un rosario elaborado con limas y tejocotes, con su cruz.
El motivo de un altar de muertos era que los dolientes le rindieran un servicio, expresando sentimientos de veneración, cariño y gratitud, cumpliendo con normas sociales establecidas con anterioridad. Muchas veces era por rendir tributo después de ser olvidados a lo largo del año.
Otro aspecto que se reseña, es el relativo a la trasladación de los símbolos de poblaciones como San Ildefonso y Santiago Mexquititlán a la Ciudad de Querétaro, a fin de que se conozcan los elementos de identidad los cuales también forman la queretanidad por lo que el primero y dos de noviembre se exhiben en el Jardín Zenea los altares y ofrendas que se utilizan en Amealco y Tolimán, aún cuando los significados de los símbolos no sean los mismos pues se trata de que las zonas urbanas asimilen esta parte de nuestro patrimonio cultural.
Otra de las formas tradicionales de celebrar en la Ciudad de Santiago de Querétaro, es con la ya tradicional feria de "Todos Santos", donde se venden todos los juguetes de madera, cartón, los entierritos y muertos hechos de papel maché, los tradicionales dulces de azúcar entre los que encontramos las calaveras, los huesitos, los platillos como enchiladas, mole, pan, etc., todos estos hechos de azúcar, pero como en toda feria en la actualidad también se han adoptado el poner juegos mecánicos en esa feria tradicional. También podemos observar en las casas los tradicionales altares dedicados a sus muertos, en las casas culturales, en algunas escuelas se organizan concursos para ver quien pone el mejor altar montando diferentes altares de tradición en las diferentes zonas de la República Mexicana.
Nota de: Leonor Frankel para Vive Querétaro